jueves, 26 de junio de 2008

¿Y qué hacemos con las monjas?


La ministra Bibi no cesa de depararnos titulares.


Ahora resulta que no le gusta que las musulmanas lleven velo. Ha dicho que ""no todas las prácticas culturales tienen que ser protegidas y respetadas", en concreto aquellas que "vulneran los derechos humanos y promueven la desigualdad".

Querida Bibi, para que te luzcas en tu recién creado Ministerio y pases --por un motivo más-- a los libros de historia, te voy a poner un ejemplo mucho más conspícuo y evidente de prácticas culturales que vulneran los derechos humanos y promueven la desigualdad. Me refiero a las monjas.

El estatus de las monjas es de una patente vulneración de derechos. Viven encerradas, han de ser célibes, no se les permite tener propiedades, han de vestir de una determinada manera (con velo, desde luego), en fin, la relación de violaciones de la Carta de los Derechos Humanos de la ONU es interminable ¿Y qué decir de la discriminación frente a los hombres, es decir frente a sus "compañeros" los curas? No pueden decir misa, no pueden ser cardenal, ni Papa.

En fín, espero que tu Ministerio se ocupe de este asunto.


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