La Ministra de Igualdad Bibiana Aído, Bibi para los amigos, va a ser un filón informativo, ya lo preveo. Es encantadora, pero no solo su Ministerio es perfectamente "prescindible" --por decir algo suave-- sino que también su discurso político es un poco ingenuo. La sátira está servida.
La ministra se mostró partidaria de abolir la prostitución con medidas de "sensibilización, policiales y de integración", porque la prostitución, dijo, "está íntimamente ligada a la pobreza y la inmigración".
Analicemos las posibles medidas (me centraré en la prostitución femenina que, estoy seguro, es en la que piensa la ministra):
DELIMITACIÓN CONCEPTUAL
¿Qué es la prostitución? Según el diccionario es la actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero. Un jurista aquí se vuelve loco. Relaciones sexuales ¿hasta donde? A cambio de dinero ¿y si es a cambio de otra cosa? Hace poco hemos visto anuncios de compartir piso a cambio de sexo ocasional. ¿Es esto prostitución?También vemos a mujeres que se casan con millonarios muy ancianos. Es famoso el caso de Anna Nicole Smith, 
exótica bailarina y modelo de Playboy, cuya vida cambió por completo cuando en un club nocturno conoció en 1994 al millonario y magnate del petróleo J. Howard Marshall, de 89 años con el que luego se casaría ¿Es esto prostitución?
MEDIDAS DE SENSIBILIZACIÓN
Supongo que las medidas que propone la ministra será algo como los parapléjicos que se acercan en su silla de ruedas a los conductores en los controles de alcoholemia. "Mira" --dicen-- "yo también conduje borracho y, ya ves ahora como estoy"
En este caso, prostitutas rehabilitadas se acercarían a las que están en activo y les dirían: "mira no te prostituyas, yo también lo hice y lo dejé arrepentida; ahora llevo una vida decente, casada y con cuatro hijos". O "no lo hagas, hay otros trabajos más decentes, como por ejemplo fregar escaleras".
Con este tipo de argumentación, francamente, no lo veo. Pero lo que sí sería un bombazo es que les ofrecieran un empleo. Un empleo de funcionarias en el Ministerio de Igualdad. Aquí sí que la sensibilización tendría exito. Tanto, que preveo graves disturbios de orden público en los alrededores del Ministerio, tal sería la acumulación de aspirantes.
Yo le diría a la Ministra con todo cariño: Bibi, si consigues abolir el oficio más viejo del mundo, ingresarás en los libros de Historia, no lo dudes. Si no lo consigues no te preocupes, te querremos igual.
