lunes, 30 de agosto de 2010

Homúnculos


Podemos afirmar que los humanos tenemos el tamaño justo para funcionar como lo hacemos. Con la mitad de nuestro tamaño (en mi caso serían 84 cm.) no podríamos esgrimir una maza para cazar grandes animales (ya que la energía cinética disminuiría entre 16 y 32 veces); no podríamos imprimir el impulso suficiente a las lanzas o  flechas; no podríamos cortar o abrir la madera con herramientas primitivas, ni extraer minerales con picos y barrenas (todas estas fueron actividades esenciales en nuestro desarrollo histórico).
Si tuviéramos el tamaño de una hormiga, las cosas serían aún más complicadas. Los animales pequeños viven en un mundo dominado por fuerzas superficiales que a nosotros no nos afectan prácticamente nada. Un hombre del tamaño de una hormiga podría ponerse ropa, pero las fuerzas de adherencia superficial impedirían que se la pudiera quitar. No podría encender fuego, ya que una llama estable tiene  que tener varios milímetros de longitud. Podría moldear pan de oro con grosor suficiente como para elaborar un libro adecuado a su tamaño, pero la adherencia superficial le impediría pasar las hojas.
Nuestras habilidades y comportamientos están finamente sintonizados con nuestro tamaño.

lunes, 23 de agosto de 2010

Videos stupidos (sic)



Este es un ejemplo de los "valores" que nos vende la cultura norteamericana.
En primer lugar, el mensaje, que, como verás,  promueve la interculturalidad, excita nobles sentimientos y eleva la estatura del ser humano. Nos hace sentirnos mejores.
En segundo lugar el medio. Bellas imágenes, electrónicamente tratadas, elevan el espíritu.

lunes, 16 de agosto de 2010

El Rey y el Apostol



Se me abren las carnes cuando veo al Rey de España en la ofrenda al Apostol Santiago. Resulta que cada año, va el monarca a la Catedral, con todo lujo de obispos mitrados y botafumeiro volando, a "pedirle por España" al Apóstol. En su última comparecencia le pidió que eche una mano a los españoles para resolver cuanto antes la grave crisis económica.
Máquina infernal echando humo, santos de madera, mitras, enseñas, no sé por donde empezar para llevar al ánimo de mis lectores lo ridículo que me parece todo ésto. En primer lugar, ¿no habíamos quedado que estamos en un Estado Laico? ¿Entonces que hace el Jefe del Estado identificándose, vestido de chaqué, con una religión en particular? ¿Cómo no se le cae la cara de vergüenza diciéndole tales tonterías a un santo de madera? Dice el refrán: "si de nogal no dió nueces, de Santo ¿qué te parece?"
Debe saber además el monarca que la crisis económica --según tienen declarado varios obispos-- es un castigo divino,  enviado por la degradación moral de nuestra sociedad. De modo, que no debería el Rey  interferir en la Justicia Divina. Además me consta que el Rey es un reconocido pecador ¿que autoridad moral tiene? 
Es algo parecido a la protesta de determinados prelados cuando se instalaron los primeros pararrayos: les pareció mal porque era una interferencia a la Justicia de Dios. Si Diós mandaba un rayo para matar a alguien ¿que clase de arrogante era el Sr. Franklin (inventor del pararrayos) para impedirlo? 
Si España está condenada a pasar por una crisis económina ¿quien es el Rey para ponerse enmedio?

lunes, 9 de agosto de 2010

Los impuestos

Después de más de 30 años dedicado al tema de los impuestos ¿qué idea tengo del sistema fiscal?
Bien, lo primero que constato es que, por la parte alta de la escala social, los ricos no pagan impuestos. Los Gobiernos han decidido que es mejor que el capital --sobre todo el financiero-- esté en casa, aunque sea sin pagar, que se vaya a otra parte. Mientras está en casa genera puestos de trabajo. El lema parece ser: "no hay que ahuyentar al capital, que hay mucha competencia". En España hay un par de instituciones que van en esta dirección: una las SICAVS (Sociedades de Inversión de Capital Variable), que tributan al 1% y otra las ETVEs (Empresas Tenedoras de Valores Extranjeros), que no tributan por los beneficios de fuente extranjera. Con las primeras se libran de pagar los Amancios y las Koplovitz y con las segundas, las Telefonicas y las Repsoles. ¿Injusto? Puede ser, pero la justicia social está siendo superada por el crecimiento económico y este último depende en buena medida de la competitividad internacional. A un nivel más profundo parece que a la sociedad le conviene que haya unos cuantos muy ricos para que sirva de acicate a los pobres. "Bien, bien, sigue trabajando, algún día llegarás", parece decir sonriendo el capitalista.
Lo segundo que constato es que, por la parte baja de la escala social --pequeños empresarios, autónomos--, el dinero opaco circula a raudales, sobre todo en aquellas profesiones en que se paga al contado. Dicen que la economía sumergida es un 30% del PIB (el fisco, que conoce estos datos, los mantiene secretos, para no desmoralizar al personal).
¿Quien paga los impuestos, entonces? Los que están en nómina (el IRPF) y los consumidores finales (el IVA). A los primeros se les retiene de su sueldo, sin que puedan evitarlo, y a los segundos se les cobra el IVA sin dedución posible porque son los últimos de la cadena.
Se sostiene así el sistema? Parece que sí ¿Hay alternativas? Sugiéreme unas cuantas.

lunes, 2 de agosto de 2010

¿Nacionalismo sin referente?


El nacionalismo es el sentimiento de identificación de un grupo de individuos con un ente político llamado Nación. Muchas veces se trata de un grupo étnico,  frecuentemente incluye  la creencia de que hay Naciones superiores y Naciones inferiores. Quien se siente diferente es, obviamente, para sentirse superior. Los flamencos se sienten superiores a los valones, los catalanes se sienten superiores a los andaluces y los norteamericanos se sienten superiores a todos los demás.
Los partidos nacionalistas, que no tienen nación, necesitan a una Nación, dentro de la que no quieren estar, para que les sirva de contrapeso. En efecto, si no hay poder central, no hay hay agravios comparativos. Porque ¿a quien quejarse, si te sientes agraviado? Un nacionalista sólo se define por oposición a otro nacionalista.
El nacionalismo, en términos de marketing, es una segmentación del mercado de votos. Primero se crea una percepción de ser diferente. Para demostrar que eres diferente, interesa destacar el hecho diferencial, con base real o meramente inducida por la publicidad . Por ejemplo, el idioma: aquí tenemos la Academia Valenciana de la Lengua, totalmente innecesaria porque el valenciano no existe como idioma diferente del catalán ¿Crea riqueza? Más bien la destruye pues esos recursos estarían mejor empleados en otra parte.
Luego, puesto que somos diferentes, se siente una necesidad imperiosa de tener una Nación, y, a continuación, salen como hongos partidos políticos que dicen satisfacer esa necesidad. Se dice necesitamos una identidad nacional como se dice necesito leche con omega 3: ambas cosas me proporcionan bienestar.
Lectura recomendada: Psicología de las Masas por G. Le Bon

Duplicaciones discriminatorias

  La Constitución venezolana   duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiar...