lunes, 23 de enero de 2012

Psicología de las masas



  • Mil sujetos reunidos al azar en una plaza pública, sin ninguna finalidad determinada, no constituyen en absoluto una “masa psicológica”.
  • Un azar cualquiera que les reúna basta para que su conducta revista inmediatamente la especial forma de los actos de la masa.
  • (ejemplo de la gente que espera para que se abran las puertas del estadio)
  • En determinadas circunstancias, y tan sólo en ellas, una aglomeración de seres humanos posee características nuevas y muy diferentes de las de cada uno de los individuos que la componen. Forma un solo ser y está sometida a la Ley de unidad mental de las masas.
  • El hecho más llamativo de la masa psicológica es que sean cuales fueren los individuos que la componen, el simple hecho de que se hayan transformado en masa les dota de una especie de alma colectiva. Esta alma les hace sentir, pensar y actuar de un modo completamente distinto de cómo lo haría cada uno de ellos por separado.
  • Desaparición de la personalidad consciente y predominio de la inconsciente. En la masa predominan las cualidades inconscientes, que son comunes a todos los individuos. Las masas no acumulan la inteligencia, sino la mediocridad.
  • Causas que determinan la aparición de las especiales características de las masas
    1. al ser la masa anónima y. en consecuencia, irresponsable, desaparece por completo el sentimiento de responsabilidad, que retiene siempre a los individuos
    2. el contagio mental interviene para determinar las características de la masa y su orientación
    3. Orientación de los sentimientos y las ideas en una misma dirección en un mismo sentido a través de la sugestión y el contagio. Los individuos son presa de la sugestibilidad, la personalidad consciente se ha esfumado, la voluntad y el discernimiento han quedado abolidos, sentimientos y pensamientos se orientan entonces en la dirección determinada por el hipnotizador. La sugestión se exagera al transformarse en recíproca. A los individuos les arrastra la corriente.
El individuo ya no es él mismo. Se convierte en un autómata cuya voluntad no puede ejercer dominio sobre nada. Por el mero hecho de formar parte de la masa, el hombre desciende varios peldaños en la escala de la civilización. Aislado puede que fuera un hombre cultivado, en la masa es un bárbaro.
La abolición del Antiguo Régimen, votada por los parlamentarios españoles en la Ley de Reforma Política (Ley 1/19977) jamás hubiera sido aceptada por ninguno de sus miembros considerados aisladamente.
  • Impulsividad
  • Irritabilidad
  • Incapacidad de razonar
  • Ausencia de juicio y espíritu crítico
  • Exageración de los sentimientos
  • Para la masa no existe lo inverosímil
  • Alucinaciones colectivas

La certeza de la impunidad, tanto más acentuada cuanto más numerosa es la masa, y la noción de un considerable poder momentáneo debido al número, hacen factibles para la colectividad sentimientos y actos que resultan imposibles para el individuo aislado.
El orador que desee seducirlas debe abusar de las afirmaciones violentas. Exagerar, afirmar, repetir y no intentar jamás demostrar nada mediante el razonamiento: he aquí los procedimientos de argumentación familiares a los oradores de las reuniones populares.
Dispuesta siempre a sublevarse contra una autoridad débil, la masa se inclina servilmente ante una autoridad fuerte.
La simpatía se convierte muy pronto en adoración y la antipatía en odio.
En su eterna lucha contra la razón, el sentimiento no ha sido jamás vencido.
Las masas son como la esfinge de la antigua fábula: hay que saber los problemas que su psicología nos plantea o resignarse a ser devorado por ellas.
El que intenta ilusionarles se convierte en su amo; el que intenta desilusionarlas es siempre su víctima.
Las masas no tienen jamás sed de verdades. Ante las evidencias que las desagradan, se apartan, prefiriendo divinizar al error, si el error las seduce.
Las masas no son influibles mediante razonamientos, no comprenden sino groseras asociaciones de ideas.
Recordemos cuan tenaces han sido durante prolongados siglos las supersticiones religiosas, contrarias a la lógica más simple.

 (Del libro Psicología de las masas de G. Le Bon)


viernes, 13 de enero de 2012

El Imperio de la Ley


Estoy seguro de que habéis visto la película Náufrago de Tom Hanks. Estaba solo y hablaba con un balón de rugby al que llamaba Wilson. ¿Necesitaba nuestro náufrago el imperio de la Ley?
Intuitivamente comprendemos que no necesitaba normas de ningún tipo.
La necesidad de normas surge del hecho de que los humanos vivimos en Sociedad.
Nosotros los humanos somos animales sociales. Esto significa que interactuamos en gran manera con los otros miembros de nuestra especie y que tenemos una sociedad claramente reconocible y especial.
Los individuos sociales necesitan cooperar y la cooperación requiere una organización. Las decisiones se toman de modo más eficiente si son tomadas por uno o unos pocos miembros del grupo. La necesidad de un líder es relevante.
El líder existe en las sociedades de primates “el mono dominante”.
En las sociedades primitivas de cazadores recolectores ya existían jefes que luego se convirtieron en monarcas. El monarca era probablemente el más fuerte o el más sabio. El monarca imponía sus normas. La religión proporcionaba legitimidad al monarca admitiendo que recibía su poder de la divinidad.
Las primeras normas de convivencia fueron dictadas por los líderes.
LEY ES LO QUE MANDA EL REY.
Pero ¿qué tipo de normas son necesarias en una sociedad?
Si tomamos una de las más antiguas leyes existentes, el Código de Hammurabi, de 1.772 a C, INSCRITO EN UNA PIEDRA (Museo del Louvre) las materias de que se ocupaba eran:
·       más de la mitad se refería a contratos
·       un tercio se refiere a asuntos relativos a las relaciones familiares como herencia, divorcio, paternidad y conducta sexual
·       otras disposiciones se refieren al servicio militar, religión, riego, comercio, esclavitud y deberes de los trabajadores.
Todo líder necesita legitimidad. La legitimidad equivale a la aceptación popular de la autoridad.
La autoridad puede ser carismática, basada en la percepción de que el líder posee cualidades sobrehumanas, un jefe militar, un ayatolá. Si os dais una vuelta por la plaza de Oriente en Madrid, veréis que los reyes godos, cuyas estatuas adornan la plaza, eran en su mayoría guerreros.
Puede ser tradicional, derivada de la costumbre ancestral, por ejemplo una monarquía hereditaria.
Y puede ser racional-legal derivada de la percepción popular de que el poder del gobierno deriva de la ley y la costumbre: en otras palabras una democracia representativa.
Llegamos entonces a la democracia que es un invento de los Antiguos Griegos.
Aristóteles dijo “el imperio de la Ley es mejor que el mandato de un individuo”.
Si reflexionamos, la Ley es una creación del lenguaje. El lenguaje intenta describir la realidad, pero no es la realidad. La ley escrita es un intento de atrapar la realidad en un texto, de prever qué es lo que puede suceder y establecer las consecuencias.
Pero la realidad es mucho más rica de lo que puede contemplar un texto.
Muchas veces el texto no está claro, requiere ser interpretado. La interpretación puede ser “literal”, “sistemática” y “finalista”. Existen unos “interpretadores profesionales” de la Ley que son los Jueces. El proceso judicial está pensado para saber cuál ha sido la verdad a base de oír la distinta versión de dos partes enfrentadas.
Para personas con formación técnica, como vosotros, el Derecho es confuso y frustrante. Pero ello se deriva de las dificultades del lenguaje para atrapar la realidad.
Efectivamente, dado lo complejo de nuestra organización social, hay muchísimas normas. Sería deseable, no obstante, que hubiera MENOS LEYES Y QUE SE CUMPLAN MEJOR LAS EXIXTENTES.
En tiempos de Hanmurabi todas las leyes cabían en una piedra. Hoy, no habría piedras en España donde escribir tantas leyes Estatales, Autonómicas, Comunitarias e Internacionales. 
La ley es necesaria para vivir en sociedad. Si no queréis vivir sujetos al imperio de la Ley, lo mejor que podéis hacer es iros a vivir a una isla desierta. Y para tener con quien hablar podéis llevaros a … Gilbert.
(texto conferencia Toastmasters Valencia Colegio Ingenieros Caminos 11/1/2012)

miércoles, 4 de enero de 2012

El escándalo de las prótesis mamarias


Anda el mujerío revuelto estos días con motivo de las prótesis mamarias de la empresa francesa PIP, que se rompen en el interior del cuerpo algun tiempo después de implantadas. Con motivo de esta noticia nos estamos enterando de la cantidad de mujeres que se hacen implantes. Sólo de la marca francesa se estima que hay unas  20.000 en toda España. Las afectadas quieren que la Sanidad Pública se haga cargo de retirar los implantes defectuosos y, naturalmente, de colocar otros nuevos ya que, después de retirados, las mamas se quedarían muy colgantes. El razonamiento detrás de esa pretensión es que no les advirtieron de que las prótesis eran defectuosas.
Me gustaría ir un poco más allá de la noticia y preguntarme porqué se hacen las mujeres implantes mamarios. La respuesta superficial es "para mejorar su imagen" pero, intentando profundizar un poco más, podemos pensar que lo hacen para responder al estereotipo que los hombres tenemos de la figura femenina. La idea preestablecida en lo profundo de la mente masculina es conseguir una mujer apta para la crianza. Ha de estar sana, de lo cual es evidencia la piel y el pelo; la relación entre cintura y cadera ha de ser la adecuada (0,69) y tiene que tener buenas mamas con las que alimentar a sus hijos. El estereotipo de la teta grande resulta ser falso, pues no existe correlación médicamente documentada entre el tamaño y la producción de leche materna, pero a los hombres nos sigue gustando. Unos pechos perfectamente erguidos probablemente sólo se dan en las mujeres muy jóvenes, digamos en las adolescentes y, enseguida, la fuerza de la gravedad empieza a ejercer su dominio incontestable.
¿Debe el erario público, en una época de caídas generalizadas, contribuir a que los pechos femeninos sigan desafiando las edades y los vientos y se muestren al mundo erectos y triunfantes? ¿Añade, en plena depresión, alegría al entristecido español el que las hembras muestren esos pechos firmes que tanto nos gustan?

Duplicaciones discriminatorias

  La Constitución venezolana   duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiar...