jueves, 22 de marzo de 2007

Una cofradía veta a dos costaleras para evitar "posturas soeces"


Dos mujeres no podrán participar como costaleras en la procesión de Semana Santa de Córdoba porque su cofradía, la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, se lo ha prohibido. El motivo, explican desde la organización, es el poco espacio bajo las faldas del paso.


La noticia es sugerente. Es conocido que los costaleros adoptan una postura consistente en proyectar la pelvis hacia adelante al tiempo que se mueven en rítmicos pasos. Si un costalero tiene delante a una costalera, la posición puede compararse a lo que, en términos coloquiales se conoce como"poner un rabo". Y, claro, esto es incompatible con la moral cristiana. No se puede festejar a los santos y al mismo tiempo andar poniendo "rabos" a las compañeras de cofradía. Hay que estar advertidos del peligro de que el Domingo de Ramos se convierta en el Domingo de Rabos.


A partir de ahí se producen diversos alineamientos. Hasta el momento han hablado: el Obispo de la diócesis, la secretaria de igualdad del PSOE y la Consejera de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía.


El obispo está de acuerdo con la prohibición porque "no es conveniente que hombres y mujeres compartan el mismo espacio debajo de los pasos por las "situaciones incómodas" que se puedan producir".

La secretaria de Igualdad del PSOE, Maribel Montaño, sobre la opinión del obispo, ha afirmado que "no parece momento para andar pensando en cuestiones que no están en la mente de ciudadanos ni ciudadanas que lo único que quieren es ejercer sus derechos sin discriminación".

La consejera de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, ha pedido respeto para quienes voluntariamente quieran manifestar su fervor religioso. "En esos momentos es cuando cada uno está viviendo su fe y, si eres un costalero, no creo que estés pendiente en ese momento de posturas o no posturas", ha argumentado.

Lamento no estar de acuerdo con ninguno de ellos. Al Obispo le diría que la posición de "poner un rabo" puede ser cómoda, ello depende, como es lógico, de la altura de los sujetos y de la forma del objeto, es decir de a qué altura te cae el culo que tienes delante y de la forma de éste. A la secretaria y a la consejera les diría que, por muy Semana Santa que sea, los ciudadanos y ciudadanas, incluído el Obispo, están siempre pensando en el sexo y que, si vas en un paso procesional, bien apretadito con tus compañeros y compañeras y te cae delante un buen culo que oscila lentamente con los movimientos de la marcha, te vas a poner inquieto y alborotado. Es inevitable. Y es que debajo de las faldas de un Paso hay mucho "rabino".

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