miércoles, 4 de junio de 2008

Concierto 4/6/08 por la O Sinfónica de Viena

Magnífico concierto ayer por la Sinfónica de Viena. No tiene tanta fama como la Filarmónica de la misma ciudad pero es, a todas luces, excelente, con un sonido empastado, metales suaves y equilibrio de familias instrumentales.
Particularmente destacable la interpretación de la Incompleta de Schubert. Fraseo lento, moroso, sentido.
El secreto, en días como el de ayer, está en concentrarse en la música desde el principio, cerrando los ojos. Como premio a esa concentración, ya no eres tú el que escucha la música, sino la música la que te lleva a tí, que te has rendido. La máxima concentración se produce cuando las paredes de la sala se derrumban. Ya no es un recinto cerrado, es un espacio abierto y la música lo domina todo. Te agitas con los timbales, lloras con los oboes, sonríes con los violines, los cellos te producen escalofríos.


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