lunes, 26 de octubre de 2009

¿Qué es una recesión?


(Dedicado a mi hija Paula)

Para comprender lo que es una recesión, lo mejor será poner un ejemplo. Imaginemos que estamos ante una guardería cooperativa organizada por padres que quieren intercambiar entre ellos servicios de baby-sitter. Los padres ganan crédito cuidando a niños de otros y gastan crédito contratando cuidado de niños para ellos mismos. Se paga con cupones: dedicas una hora a ser canguro y te pagarán con un cupón que podrás usar para comprar servicios de canguro a otro miembro de la cooperativa.

Es fácil percatarse que los cooperativistas querrán mantener un cierto número de cupones en efectivo en un momento dado por seguridad: si hoy es jueves y necesitas un canguro para el sábado puede que te resulte difícil emplearte de cuidador el viernes. Para mantener en funcionamiento un sistema como éste, tienen que emitirse títulos provisionales. Nuestra cooperativa emitió en principio 20 cupones gratis (reembolsables a la salida). Este deseo del individuo de tener títulos en efectivo lo llamó Keynes "la preferencia por la liquidez".

Todo fue de maravilla durante un tiempo pero, gradualmente, la cooperativa comenzó a experimentar una crisis de demanda: había muchas personas dispuestas a ser baby-sitter, pero pocas dispuestas a contratarlas. La cooperativa experimentaba una recesión, había paro ¿Como es posible? ¿Cómo podía haber un déficit en la demanda? ¿Cómo podía haber paro? Se supone que en una cooperativa como esta la oferta de canguros es siempre igual a la demanda de canguros, ya que el único modo de comprar una hora de canguro es proporcionar una hora de canguro.

Lo que ha pasado es que los cupones no sólo sirven como medio de pago para el servicio de canguro, sino que son objeto independiente de demanda. Si no hubiera demanda de cupones como tales, la oferta de baby-sitting se traduce directamente en demanda de baby-sitting. Pero si la gente comienza a desear los cupones por sí mismos, la oferta de baby-sitting se divide entre demanda de cupones y demanda de cuidar niños. El problema no es que la gente no quiera contratar canguros, el problema es que la gente quiere aumentar sus reservas de cupones. Se parece a un exceso de oferta o sobreabundancia general pero, en realidad, es un mayor deseo de acumular cupones.

Una recesión parece una disminución en la demanda de todos los bienes pero sólo es un aumento en la demanda de dinero. Entonces la gente no realizará transacciones económicas, no porque las considere desventajosas, sino porque considera más ventajoso conservar su dinero. En suma, cuando el dinero comienza a parecer intrínsecamente valioso, en vez de sólo instrumentalmente valioso, ello puede tener el efecto de paralizar la economía entera.

Este caso de la cooperativa apareció en una revista científica de economía. Pulsa aquí.

Para corroborar lo dicho, mira la noticia publicada el 11/10/09 en El País: "En apenas dos años, los hogares españoles han pasado del consumismo voraz y el endeudamiento sin complejos a una economía de guerra... Las familias ahorran ya, en conjunto, un 17,5% de su renta disponible, una cifra inédita desde hace más de 40 años."

lunes, 19 de octubre de 2009

Desplumar al ganso


La gente tiene una idea equivocada de para que sirven los impuestos y cuál es el papel del Estado. El Estado no es más que una gigantesca máquina de redistribución de la riqueza. Es decir, no consume el dinero recaudado por los impuestos, sino que es tan solo el vehículo a través del que organizamos nuestro gasto. En este sentido los impuestos son, básicamente, una forma de compra colectiva.

Del mismo modo que la empresa es un mecanismo para organizar un conjunto de transacciones entre individuos, el Estado es un artificio para organizar nuestro consumo de bienes públicos. Y los impuestos es el precio que pagamos para tener derecho a consumirlos. Algo parecido a los gastos de una comunidad de vecinos.

La derecha sostiene estos días que los impuestos son intrínsecamente malos, que hay que bajar los impuestos, no subirlos, como proyecta hacer el Gobierno. Subir los impuestos no supone necesariamente una carga para la economía. El nivel de impuestos no es importante, lo importante es cuánto quieren comprar los individuos a través de los Entes Públicos y el nivel de eficiencia de éstos. Los sistemas tributarios con bajos impuestos no son necesariamente más competitivos que los sistemas con impuestos altos, del mismo modo que las comunidades de propietarios con gastos de comunidad bajos no son necesariamente mejores que las comunidades con cuotas altas.

Tú no “trabajas para el Estado” cada vez que pagas impuestos. Si tus hijos van a una escuela pública, utilizas carreteras públicas o acudes a los Tribunales para que se haga Justicia lo que, en realidad, estás haciendo es financiando tu propio consumo.

Bajar los impuestos no estimula la economía. Si no hay un efecto en los ahorros, la demanda reducida que se produce en el sector público se compensa con la demanda incrementada que se produce en el sector privado. La demanda total es la misma.

Un impuesto al consumo no es otra cosa que un impuesto sobre la renta con una exención al ahorro. Incluso esa exención es, en realidad sólo un pago diferido, dado que las personas, finalmente, se gastan sus ahorros.

Pero los impuestos no deben ser arbitrarios. Se dice que cobrar impuestos es como desplumar a un ganso para obtener el máximo número de plumas con el mínimo número de graznidos. Por ello, los métodos de recaudar deben ser “indoloros” y con apariencia de justicia.

lunes, 12 de octubre de 2009

El Papa y el Sida


El asunto del condón, ante la epidemia de SIDA que hay, sobre todo en Africa, no es cosa de broma. En 2007, 33 millones de personas en el mundo tenían el VIH/SIDA (el 61% mujeres). Es la primera causa de muerte en Africa y la cuarta globalmente. Casi 5.500 personas mueren cada día, 2,7 millones en 2007 solamente. En 2010 se espera que haya 25 millones de niños huérfanos.

Y aquí está el dilema del que el Papa es prisionero: si doy por bueno el uso del preservativo para prevenir el VIH, la gente puede pensar que es lícito también usarlo para prevenir embarazos, y aquí el principio de que el sexo es sólo para procrear, se me viene abajo. Solución: no se pueden utilizar condones. Que muere mucha gente, bueno no importa, los principios son los principios. Me recuerda lo de las guerras santas, es lícito matar si es por una buena causa.

Y ante este panorama, al Papa, en un viaje a Africa, no se le ocurre decir otra cosa que "no se puede resolver el flagelo [del sida] con la distribución de profilácticos: al contrario, el riesgo es que se pueda aumentar el problema".

Semejante fundamentalismo ha merecido críticas generalizadas y, en las Cortes, se registró una propuesta de IU (dos diputados) para que el Gobierno español protestara "por vía oficial y diplomática", a través del embajador español ante la Santa Sede, contra las palabras del Pontífice. La propuesta ha fracasado, lo que demuestra que la Iglesia Católica sigue inspirando miedo a los políticos españoles.

Los Obispos han sonreido ante tal resultado, y han dicho que: "tratar de interferir por medio de reprobaciones políticas parlamentarias en la guía moral que el Papa ejerce en la iglesia mediante su magisterio ordinario contradice seriamente el principio de no intervención y lesiona el derecho de libertad religiosa".

Yo creo que los Obispos no se han leído el principio de no intervención, que se refiere a que un estado no puede intervenir en los asuntos internos de otro estado. Bueno, explicarlo me produce urticaria, el asunto del condón no es un asunto interno del Estado Vaticano ¿verdad? Tampoco tiene que ver nada con la libertad religiosa, sino que es un asunto GRAVISIMO DE SALUD PUBLICA A NIVEL MUNDIAL.

Y tú ¿qué opinas?

viernes, 9 de octubre de 2009

El Himen y el Imán


El artilugio que ves en la foto se llama "Gigimo ¡vamos a jugar!" ¿A jugar a qué?
Bien, hay que seguir leyendo, la publicidad dice lo siguiente:"No te preocupes por la pérdida de tu virginidad. Con este producto, puedes volver a vivir tu primera noche cuando quieras. Inserta este himen artificial en tu vagina cuidadosamente. Se expandirá un poco y te sentirás llena. Cuando tu amante te penetre, el artilugio liberará un líquido parecido a la sangre, pero no mucha, sólo un poquito. Añade unos pequeños gruñidos y pasarás por virgen sin que te detecten. Es fácil de usar, está clínicamente probado y no es tóxico para las personas ni tiene efectos colaterales. No duele y no provoca reacciones alérgicas. Se trata de un juguete para adultos".

¿JUGUETE?, bramó el Iman Yussef al Badri de Egipto emitiendo una fatua (decreto islámico) diciendo que: "aquellos que vendan el himen artificial serán azotados, encarcelados o expulsados del país para que nadie se atreva a seguir su ejemplo". Sin duda para el devoto imán, esto fomenta el vicio.

Bien, esto de querer recuperar la virginidad no es nuevo, por ejemplo en 1.499 se publicó la Tragicomedia de Calisto y Melibea donde aprendimos que Celestina se dedicaba ya al noble arte de "remendar deshonras", si bien lo hacía por métodos más primitivos.

lunes, 5 de octubre de 2009

Iglesia Otto Wagner


Esta iglesia está situada en el Niederösterreichische Landes-Heil- und Pflegeanstalt für Nerven- und Geisteskranke 'Am Steinhof ' (se traduce como Institución para el cuidado de los enfermos neurológicos y mentales de la Baja Austria). Un manicomio, eso, es.
Se construyó en 1907 y es una de las iglesias "Art Noveau" más famosas del mundo. Está orientada Norte - Sur, en lugar de Este - Oeste, como es habitual. La diseñó el famoso arquitecto Otto Wagner, patrocinador, junto a otros artistas, de movimiento conocido como "la secesión". Luce magníficas vidrieras a ambos lados y tiene en cuenta las especiales necesidades de sus "clientes", los enfermos mentales como, por ejemplo, aislar el púlpito para que los internos no se suban.
Si quieres consultar más sobre esta construcción, pincha aquí.

Duplicaciones discriminatorias

  La Constitución venezolana   duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiar...