El hecho de que las mujeres de la raza humana sean lampiñas se debe a la preferencia de los hombres. Darwin, el creador de la doctrina de la evolución, descubrió que, junto a la selección natural, existe un factor evolutivo adicional: la selección sexual. El mecanismo es el siguiente: los machos empezaron a preferir las hembras sin pelo que, dada la inclinación de los varones, tenían más probabilidades de ser elegidas y tener descendencia, a la que transmitirían el carácter innato de la carencia de pelo. Muchas generaciones después, y no habiendo variado las preferencias del varón, tenemos lo que se ve: todas las mujeres son lampiñas.
La lampiñez no es completa pues queda todavía algún pelo residual, y ahí es donde entra nuestro empresario depilador, que extiende su negocio a los hombres, a los que la deriva evolutiva de aquellas ha arrastrado y los hace cada vez más lampiños.
Los precios están detalladísimos, hombre, mujer, cejas, abdomen, glúteos... Fijar la correcta estrategia de precios es fundamental en un negocio y cabe imaginar que a semejante listado (ver foto) alguien le ha dedicado tiempo y esfuerzo. En primer lugar habrá establecido el tiempo de depilado, tarea complicada que requiere cronómetro en mano, depilador y hoja excel, luego habrá visto cómo trabaja la competencia y habrá establecido el nicho de mercado donde quiere situarse (liderazgo en precio, diferenciación o enfoque).
Puede observarse la sofisticación: existen cuatro clases del producto "ingles":
- simples, que valen 3,10 €,
- brasileñas, que cuestan casi el doble, 5,90 € (para el tanga),
- caribeñas, a 16,00 € y, finalmente,
- pubis completo, también 16,00 €.
Me intriga saber cuál es la diferencia entre ingles brasileñas y caribeñas, uhmm... ¿cómo se llevan los bañadores en el Caribe? Me intriga también que las ingles caribeñas valgan lo mismo que el pubis completo ¿Debo suponer que es lo mismo? Y si es lo mismo ¿porqué es un producto diferente, que se publicita separadamente?
Este empresario no tiene un pelo de tonto.