Lo confieso. No me gusta nada el fútbol y el ambiente que lo rodea: los entrenadores, los presidentes de los clubes, los periodistas deportivos, etc. Y no me gusta porque, para mí, el fútbol es la barbarie ¿Exagero? No, hace poco un joven murió apuñalado en una discusión entre hinchas. Y no ha sido el único, ciertamente. Pero, sin llegar al asesinato, tenemos violencia, destrozos y agresiones cada vez que hay un partido importante. Efectivamente, el fútbol excita las malas pasiones.
Lo más, "anticultural" que cabe en el mundo del periodismo es el periodista deportivo. Son miles y sus crónicas son deleznables. Resulta que a los que entrevistan son curiosamente aquellos que no saben hablar. Algunos son extranjeros y, literalmente, no saben usar el español con propiedad. Otros, aunque dominen el idioma, tienen tal ignorancia de cualquier cosa que no sea dar patadas a un balón, que sus manifestaciones son perogrulladas y lugares comunes, cuando no exabruptos y obscenidades.
Cuando veo al entrenador del Real Madrid con 50 micrófonos delante y 200 periodistas en la sala, se me cae el alma a los piés ¿Cómo es posible que este ignorante, que no habla sino que farfulla, suscite tanta audiencia? Compadezco a los periodistas que se dedican a ésto y que deben mendigar las declaraciones de semejantes zotes.
Por ejemplo, el entrenador del Barcelona ha dicho que el del Real Madrid, es el "puto amo" (ver noticia). Y esto lo consideran los amanuenses de la información deportiva una noticia relevante.
¡Me cago en mis muelas!
Ves, ya me he contagiado.
