(Multitud de opositores se presentan a las pruebas de funcionario en el Pais Vasco).
Esta es la imagen de este país. Todo el mundo quiere ser funcionario. Tenemos 3 millones de funcionarios y 4 millones de parados y me atrevo a sostener que, el hecho de que haya tantos parados, se debe en parte al exceso de funcionarios.
Aunque las nóminas de los empleados públicos suman el 10,2% del PIB creo que, si despidiéramos a la mitad de los funcionarios (1,5 millones), el PIB aumentaría ¿Cómo?, clamaría alguno, ¡si despidiéramos a tantos funcionarios retiraríamos del mercado el "poder de compra" de esos empleados, estaríamos recortando el PIB!
El argumento del "poder de compra" cuando uno lo considera seriamente es realmente fantástico. Podría aplicarse igualmente a un ladrón que te asalta en la calle. Después de robarte, su "poder de compra" ha aumentado. Cuando el ladrón te quita tu dinero, no obtienes nada a cambio y cuando tu dinero te es detraido en forma de impuestos para pagar a funcionarios innecesarios, se da exactamente la misma situación.
Despedir a tantos funcionarios sería algo parecido a la desmovilización de un ejército después de la guerra. Siempre existe el miedo que no haya suficiente trabajo en el mercado para los soldados desmovilizados. El Estado dejará de pagar a los soldados, pero los contribuyentes dispondrán de los fondos que antes el Estado les quitaba en forma de impuestos. La demanda civil se incrementará y dará trabajo a esta nueva fuerza laboral. Los soldados anteriormente sustentados por el Estado pasarán a ser civiles sustentados por otros civiles. Se convertirán en civiles autosuficientes.
Como receta para paliar la crisis del elmpleo recomiendo: ¡desmovilicemos el ejército de funcionarios inútiles! El PIB, es decir, la riqueza de todos aumentará.