lunes, 3 de agosto de 2009

Evolución por Selección Natural (II)



El autor G.B. Shaw dijo de la teoría de la evolución: "cuando comprendes su significación real, tu corazón se hunde en un montón de arena dentro de tí. Hay un fatalismo espantoso en ella. Una maldita y horrible reducción de la belleza e inteligencia, de la fuerza y el propósito, del honor y las aspiraciones".

Sin embargo, la idea de la selección natural como motor del cambio es maravillosamente simple y de profundas consecuencias para la comprensión de la vida. La naturaleza -y no un agente sobrenatural- ha modelado los seres vivos, a partir de un origen común. Y ¿cómo lo ha hecho? Pues a través de un proceso de variación, acumulación y herencia. El proceso de variación se debe a las mutaciones genéticas que son aleatorias, pero la selección de las mutaciones que resultan útiles, y que se perpetúan a través de la herencia es, en cambio, un proceso implacable y previsible, efectuado por la naturaleza empleando las leyes de la física y de la química, es decir sin ninguna ayuda sobrenatural.

La evolución por selección natural significa dos cosas: la constatación de que existe un proceso contínuo de transformación de las especies a través de cambios producidos en sucesivas generaciones, y la proposición de que este proceso se efectúa mediante la selección natural.

Lo primero es aceptado sin dificultad por la mayoría, en efecto, el registro fósil nos muestra que, a lo largo del tiempo, han existido numerosas especies que hoy han desaparecido, como ejemplo famoso, los dinosaurios. Lo de que este cambio se haya producido por selección natural es lo que cuesta admitir a algunos.

Las implicaciones de la selección natural son evidentes: no necesitamos a un ser divino que dirija el proceso, no hay un propósito en la evolución y el hombre es uno más entre los animales dotado, eso sí, de un gran cerebro que le permite comprender cosas como la evolución misma, lo cual no deja de ser maravilloso.

Mi maestro Richard Dawkins tiene una magnífica serie de televisión (en inglés) llamada "The Genius of Darwin", dividida en diez capítulos que podrás encontrar aquí: 1, 2, 3, 4, 5 , 6, 7, 8, 9 y 10.


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