lunes, 17 de noviembre de 2008

Olvídalo, no podrías mantenerme


La frase del título la ví en una camiseta que portaba un hombre. Esta frase es comunmente atribuible a las mujeres. El que se la atribuya un hombre resulta cómico. Lo normal -y aceptable- es que los hombres "mantengan" a las mujeres. Lo anormal -y reprobable- es que suceda lo contrario. El hombre que vive a costa de una mujer es un "mantenido", término con las peores connotaciones.
Cuando una niña de familia burguesa se echa un novio, los padres, conscientes de las prioridades de la vida, preguntan: ¿es de buena familia? ¿de qué vive? Lo que están preguntando en realidad es si ese novio aporta "activos" para la crianza de la prole. Porque la crianza de la prole es muy larga y la madre está, digamos, "disminuida", durante ese periodo. Y ¿quien aportará lo necesario para la crianza de la prole? Pues, normalmente, el menos "impedido" de los dos, el hombre. Digamos que, en estado natural, la madre está vinculada a la lactancia, e impedida para el trabajo, unos tres años. Por lo tanto es importante encontrar un hombre que "aporte activos" para esa crianza, tan larga, de la prole.
Y es que el animal humano nace antes de tiempo. Los caballos, por ejemplo, se ponen en pié nada más nacer ¿Porqué los niños no salen andando cuando los paren? Pues porque, con tal nivel de desarrollo corporal, no cabrían por el orifico pélvico. Así que la naturaleza ha dispuesto que salgan antes de estar "terminados", poniendo una pesada carga sobre los padres que han de ocuparse de tan inútiles criaturas.
Así que volvamos al principio. Si nuestra hembra encuentra que el varón que la pretende no puede aportar activos, le dirá: nuestro amor es bello, pero olvídalo, pues "no puedes mantenerme".

Duplicaciones discriminatorias

  La Constitución venezolana   duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiar...