Los negros norteamericanos, mayoritariamente pobres, han votado masivamente a Obama y están muy esperanzados con que su gestión van a cambiar las cosas.
Si lo que están esperando es que los pobres vayan a dejar de serlo, les diría que no conocen los fundamentos de la economía capitalista.
La economía capitalista necesita que haya un ejército de pobres. En efecto, pensemos en un ejemplo: los restaurantes MacDonald's. Tienen comida barata y sus empleados cobran unos sueldos de miseria ¿Qué sucedería si cobraran un sueldo decente? Pues sucedería que las hamburguesas se iban a poner por las nubes y MacDonald's tendría que cerrar.
Si todos los norteamericanos fueran licenciados en Harvard, pongo por caso, gracias a Obama --él mismo licenciado en esa prestigiosa universidad-- la economía no funcionaría. Nadie querría hacer los trabajos "sucios". Y estos son imprescindibles para que la economía funcione: hay que limpiar las calles, hay que subirse en andamios, hay que pasar calor en cocinas. De modo que, junto a esta nación de licenciados, tendría que crearse una nación paralela de desheredados. Que es lo que hay ahora.