sábado, 31 de julio de 2021


Pólvora del Rey 


El arcabucero de los Tercios de Flandes tenía que comprar con su propio dinero la pólvora para su arma. Por ello, no disparaba alegremente sino cuando tenía un objetivo seguro. En ciertos casos, como un sitio, se le permitía tirar con pólvora de los almacenes reales y entonces, no es de extrañar que tirara mucho más alegremente.

Los incentivos es lo que gobierna la conducta humana. Entender los incentivos es la clave para entender a la gente y, al contrario, ignorar la importancia de los incentivos puede conducirnos a graves errores. En efecto, un sistema de incentivos puede ser perverso y conseguir lo contrario de lo que se propone.

La financiación autonómica en España permite a las CCAA “tirar con pólvora del Rey” porque el dinero que gastan no lo recaudan ellas, sino el Estado Central.

Un gasto, sin el coste de la recaudación, tiende a no tener freno, ya que la capacidad de derroche de los entes públicos es realmente ilimitada [1]. Efectivamente, el político tiene un incentivo positivo a gastar y un incentivo negativo a recaudar. Lo que le gustaría sería gastar sin medida y que de la recaudación se encargara otro. Que es exactamente lo que sucede.

El resultado es que todo lo que les da el Estado les parece poco, pero, al mismo tiempo, se da la paradoja que rechazan los impuestos cedidos. Además, enseguida ven agravios comparativos con otros territorios.

Por ejemplo, la Comunidad de Madrid dice que “recauda 84.000 millones y aquí se quedan 20.000 millones”, sin embargo, ha renunciado a la recaudación de gran parte de sus propios impuestos.

En fin, “nadie con su suerte está contento y todos con su talento”.



[1] Si alguien quiere ver un ejemplo de la capacidad de derroche de los entes públicos, que vaya al Ayuntamiento de Almussafes (Valencia) y pida el presupuesto municipal para este año.

 


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