lunes, 27 de junio de 2011

Iglesia y Estado


Grecia está en la ruina, no sabe cómo pagar sus deudas. Forzó su entrada en el euro en 2001 falseando sus cuentas y pidió dinero prestado a mansalva, que ahora no sabe cómo pagar. La calle está que hierve, los acreedores acosan. La palabra "default" (quiebra) flota en el ambiente. No pasa nada, dicen algunos, otros han quebrado y se han recuperado. Pero Grecia está en el euro. Su quiebra arrastraría a otros y probablemente provocaría una catástrofe financiera en Europa. Los griegos, que lo saben, adoptan el papel de víctima ¡salvadnos! La Sra. Angela Merkel, y con ella la sociedad alemana, se encrespa ¡estos vagos mediterráneos, todo el día tomando el sol y comiendo "mousaka"! ¿más dinero todavía?
¿Y qué se le ocurre al gobierno griego? Barajar las carteras ministeriales. Nombrar ministro de economía al ministro de defensa ¡esto sí que es una guerra! Y jurar su cargo ante los Popes (que supongo están a sueldo del Estado). Obsérvese que hay tres ministros jurando y cuatro Popes atestiguando... "pongo a Dios por testigo que ... ".
La imagen es sugerente, confusión entre Iglesia y Estado, Dios y la política ¿Podrá Dios arreglarlo? Sin duda, es omnipotente. Pero sabido es que, para que Dios te ayude, tienes que poner de tu parte. Y si te ayudan los alemanes, pues mejor.
¡Oh Dioses de los griegos! Apolo, Artemisa, Júpiter... ya nadie se acuerda de vosotros ¡Oh oráculo de Delfos! que adivinabas el futuro ¡Dinos que va a pasar con estos griegos ociosos, con estos ministros incompetentes, con estos popes ignorantes y con este pueblo desafortunado! ¿Es esto un castigo por haberos olvidado?

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