lunes, 22 de noviembre de 2010

Cómo salimos de ésta


Este señor, con cara de empleado de funeraria, es Nouriel Roubini, conocido por haber pronosticado la crisis financiera en la que nos encontramos mucho antes de que nadie. Sabido es que los economistas son capaces de explicar el pasado, pero incapaces de predecir el futuro. Rubini es una excepción, por eso es famoso. Capitalizando su éxito predictivo, ha escrito el libro "Cómo Salimos de Ésta", que acabo de leer.
A la economía se la conoce como "la ciencia triste" porque trata básicamente de cómo satisfacer necesidades ilimitadas con medios limitados. Nunca hay bastante, siempre hay escasez. Hay que estar prevenido de ello cuando lees libros de economía pero, cuando terminas de leer el libro de Roubini, tienes una depresión de caballo: todo va mal, hay burbujas por explotar en la India, la deuda pública atenaza a los países del Club Med, el dolar dejará pronto de ser la moneda de reserva,  y el sistema Euro va a reventar...
A pesar de su título "Cómo salimos de ésta", si quieres respuestas, si quieres conocer el camino de la redención, no lo vas a encontrar en este libro. Sólo al final, tiene unos tímidos consejos como éstos:
  • Los empleados de las entidades financieras deberán ser remunerados de tal manera que sus intereses estén alineados con los de los accionistas.
  • La titulización tiene que ser transparente, estandarizarse y sus productos regularse estrictamente.
  • Los derivados "over-the-counter" deben salir a la luz y negociarse en mercados organizados.
  • Hay que revisar el modelo de negocio de las agencias de calificación para eliminar el enorme conflicto de intereses producido al obtener sus ingresos de las empresas que ellas mismas califican.
  • Algunas de las instituciones consideradas demasiado grandes para quebrar tendrán que ser escindidas.
Finalmente, en su línea pesimista, Roubini dice: todas estas reformas son razonables, pero que hay que recordar que, hasta las regulaciones mejor concebidas, pueden no funcionar.
Lo dicho, la ciencia triste.

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