lunes, 28 de junio de 2010

Soldados de cartón y Cristos de madera.


Los soldados hacen una exhibición de malabarismo levantando el Cristo muerto por los aires, al tiempo que cantan "soy el novio de la muerte". La escena es en una ciudad del sur. He vivido en esa ciudad durante mi juventud y he visto esta escena en directo varias veces. ¿Cómo he podido considerar esto normal hasta ahora? Lo relaciono con las corridas de toros. Siento verguenza de mi propio país.
El tema central de esta foto es, pues, la muerte, en una doble vertiente, por un lado, los soldados no tienen miedo a la muerte, su "novia" y, por otra,  el Cristo está muerto porque, aunque era Dios, se convirtió en hombre para sufrir por nosotros. Y murío. Pero, como era Dios, que es inmortal, no hubo más remedio que resucitarle.
¡Cuánta Religión absurda! ¡Cuantas guerras de Religión!
Los católicos tienen una morbosa tradición de recrearse en la muerte: es la teoría de la expiación. Un tema siniestro, sin duda. Las ofrendas expiatorias del Antiguo Testamento no podían en sí quitar el pecado, sino que prefiguraban a Jesucristo, el sacrificio perfecto provisto por Dios mismo. Él quitó los pecados del mundo y ofreció la base para el perdón y la Justificación del pecador.
Todos esos Cristos sangrantes captan la imaginación popular. El levantamiento gimnástico del Cristo abarrota las calles de Málaga.
España ¡Qué ritos tan bárbaros!
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Duplicaciones discriminatorias

  La Constitución venezolana   duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiar...