lunes, 5 de julio de 2010

Saramago

(Dedicado a mi amigo Salvador Ferrando)
El Observatore Romano, con ocasión de la muerte de Saramago, destaca la "ideología antirreligiosa" de Saramago, a quien define como "un hombre y un intelectual de ninguna capacidad metafísica, (y que vivió) agarrado hasta el final a su pertinaz fe en el materialismo histórico, alias marxismo".  En resumen, escribe, se distinguió por "la banalización de lo sagrado" y "un materialismo libertario" radicalizado con los años.
Creo que el Vaticano le está haciendo un elogio.  Precisamente por no tener ninguna ideología religiosa, Saramago era un intelectual respetable. La carga de prejuicios que conlleva el creer en una serie de cosas que no tienen demostración, el seguir los dictados de un ente abstracto y omisciente, cuya voluntad y doctrina han interpretado de modo diverso los  distintos iluminados, limita --si no anula-- la capacidad de juicio de cualquier sedicente intelectual.
Si entendemos por metafísica la rama de la filosofía que se ocupa de explicar la naturaleza fundamental del ser y del mundo, no cabe duda que Saramago era un hombre de una gran capacidad metafísica. Saramago era un hombre espiritual, aunque no religioso, esto no lo entienden los curas.
No me sorprende que Saramago obtuviera el premio Nobel de literatura. Me sorprendería, sin embargo, que se lo dieran al Papa, a pesar de que considero a las religiones una rama de la literatura de ficción.
Alguien que escribe mejor que este bloguero ha dicho ésto

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