Unos gérmenes creados en un laboratorio de la antigua Unión Soviética y destinados a ser probados como armas biológicas, han escapado del complejo militar, sito en una isla, donde estaban siendo fabricados. Fuera de control, se multiplican y devienen en una pandemia global. Los efectos que provocan son inquietantes al principio, cefaleas, adormecimiento de los miembros inferiores y fatales después. Producen IMPOTENCIA en los varones. Un año después, los efectos son devastadores, toda la población mundial sufre de disfunción eréctil. Excepto los científicos del citado laboratorio que tomaron las precauciones adecuadas (unos 50 en total), todos los hombres del mundo se muestran incapaces de copular. Y no sólo eso, han perdido su interés por el sexo. El efecto del virus sobre las mujeres es nulo. No se conoce antídoto ni cura contra tal epidemia. Aparte de la desaparición de la especie homo sapiens a medio plazo, los efectos se hacen notar a corto plazo. Aquello que decían las mujeres de "los hombres siempre estáis pensando en lo mismo", se ha transformado en "¿qué pasa, ya no te gusto?" Como la economía capitalista depende del crecimiento, las empresas afrontan un difícil futuro. De modo inmediato decaen:
- la industria de la moda femenina, en especial de la lencería
- las empresas de productos de belleza
- las bodas y bautizos
- los juguetes y elementos para la infancia
- la enseñanza
Se produce un alarma global. Los científicos que escaparon de la enfermedad, son objeto del deseo de todas las mujeres en edad fértil. Son inmediatamente declarados "Patrimonio de la Humanidad". La forma que se extraerá y distribuirá su semen se convierte en un asunto vital. Los poderosos tratan de monopolizar el suministro. Portaviones fuertemente armados se dirigen a la isla.
Finalmente, los científicos, ordeñados hasta el agotamiento, mueren.
La humanidad se extingue.
(Lectura aconsejada: La Isla de Príapo de Oswaldo de Rivero)