La economía es la ciencia que trata de satisfacer necesidades ilimitadas con medios limitados. Por eso es la ciencia triste: nunca hay suficientes medios, siempre hay necesidades insatisfechas.
Para ver el grado de tristeza e insatisfacción que produce la economía, tomemos las páginas de El País de hoy, 21/9/2011. Leemos:
- Grecia planea despedir al 30% de los funcionarios para intensificar el ajuste.
- Almunia alerta de la necesidad de recapitalizar más bancos.
- La deuda de España se encarece
La política refuerza el bucle. El político tiene como único objetivo ser reelegido en la próxima convocatoria, para lo cual tiene que tomar medidas que, a corto plazo, aumenten su popularidad. Para aumentar su popularidad, tiene que gastar, para gastar tiene que aumentar la deuda, para cuyo pago deberá aumentar los impuestos en última instancia.
Lo que los políticos han hecho en los últimos tiempos es endeudarse a corto plazo para que los que aumenten los impuestos sean los que vengan detrás. Los que han venido detrás, que son los que están ahora, tienen tantos gastos comprometidos por el derroche anterior, tienen al ciudadano tan acostumbrado al gasto, que se encuentran con el dilema de reducirlo o de aumentar los impuestos, que les lleva por el mismo camino de impopularidad.
¿Cómo saldremos de ésta?