lunes, 4 de octubre de 2010

Gobierno centralizado y religión organizada



Entiendo como cleptócraticos (del griego KLEPTEIN sinónimo de ladrón y KRATOS gobierno) aquellos sistemas de gobierno que transfieren sin inmutarse riqueza neta del pueblo llano a las clases altas. En este sentido, todas las sociedades modernas son cleptócraticas pues alimentan una banda de gobernantes que no trabajan en la obtención de la riqueza que consumen. Pero ¿cómo tolera el público la transferencia de los frutos de su duro trabajo a los cleptócratas?
La última formula de los tecnócratas para conseguir el apoyo popular consiste en construir una ideología o religión que justifique la cleptocracia. Las jefaturas tienen, de manera característica, una ideología, precursora de una religión institucionalizada, que sustenta la autoridad del jefe. El jefe puede combinar los cargos de líder político y sacerdote en una sola persona, o puede apoyar a un grupo distinto de cleptócratas (es decir, los sacerdotes profesionales) cuya función es ofrecer una justificación ideológica a los jefes. A muchos de los primeros reyes se les consiideraba divinos. Sin ir más lejos, el dictador Franco se autotitulaba caudillo de España por la gracia de Dios.

Duplicaciones discriminatorias

  La Constitución venezolana   duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiar...