lunes, 3 de mayo de 2010

El caso del velo islámico



Leo en la prensa el caso de Fátima Elidrisi. La joven fue escolarizada con 13 años en el colegio católico Inmaculada Concepción, en Madrid, en 2002. Las monjas le negaron la asistencia a clase con velo. Renunció al colegio y se matriculó en el instituto público Juan de Herrera. Fátima vistió el hiyab hasta que abandonó sus estudios en 2005.
¿Un colegio de monjas ? ¿Prohibiéndole asistir a clase a una alumna con velo?
Increible.
Esto me lleva a la reflexion de porqué las religiones (cristiana, judía y musulmana) quieren poner velo a las mujeres. 
Los razonamientos que leo respecto a las musulmanas son: primero, porque lo dijo Dios (Corán 33:59) y segundo por modestia. Las otras religiones tendrán argumentos parecidos, basados en la literalidad del Libro o en la dignidad de la mujer. 
El verdadero motivo tiene que ver, naturalmente, con sexualidad y posesión. El pelo largo y sedoso de las mujeres proclama: estoy apta para la reproducción, te daré buenos hijos. Este mensaje llega sin duda a los hombres ¿Has sentido, el roce del pelo largo de una mujer sobre tu vientre...?
El asunto obedece a considerar a la mujer como una propiedad. Por ello las reglas sobre vestimenta, por ello el velo, por ello las celosías, cortinas, rejas...
Si nos referimos al velo de las monjas, proclama su virgnidad. Si las monjas han de ser vírgenes, mejor que no exhiban sus atributos sexuales ante los hombres. También la posesión, en este caso de la institución religiosa.
El velo de las novias cumple la misma función. El levantamiento del velo, equivale a la toma de posesión de la mujer.
Conclusión: las mujeres son una propiedad de los hombres y no queremos que otros hombres nos las quiten. 
Las religiones suelen ver a las mujeres como el origen del mal en el mundo.

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