martes, 21 de febrero de 2023

Duplicaciones discriminatorias


 La Constitución venezolana duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiares, abogado o abogada o persona de su confianza, y éstos o éstas, a su vez, tienen el derecho a ser informados o informadas…”. Y así sucesivamente. Sin embargo, apea de ese tratamiento a dos sustantivos. El primero, en el artículo 30: “El Estado procurará que los culpables reparen los daños causados”. (No se añade “y las culpables”). Y el segundo, en el artículo 94: “La ley determinará la responsabilidad que corresponda a la persona natural o jurídica en cuyo provecho se presta el servicio mediante intermediario o contratista”. (Se omite la mención a las intermediarias).

Ya se ve, pues, la distinta jerarquía de las palabras. Admiten duplicación “ciudadanos y ciudadanas”, “magistrados y magistradas”, “padres y madres”… Pero los dobletes desaparecen cuando el término implica mal rollo: los culpables, los intermediarios.

El lenguaje público en España venía manifestando asimismo ese doble rasero, como ya se comentó.

Por ejemplo, el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, frecuente duplicador, ironizaba el 18 de marzo, unos días antes de los confinamientos: “Todo el mundo tiene un cuñado médico que sabe qué hacer ante el coronavirus”. Muy bien, pero ¿dónde quedó la cuñada médica?

Del mismo modo, no se oye mucho “hay que acabar con los corruptos y las corruptas”, “subir los impuestos a los ricos y a las ricas”, “nos oprimen los poderosos y las poderosas”, “encontraremos al asesino o a la asesina”. Y se da una presión para decir “concejala” pero no ocurre igual con “criminala”.

En la crisis del coronavirus asistimos a un fenómeno similar. Quienes ocupan el espacio público se esmeran en decir “ciudadanos y ciudadanas”, “todos y todas”, “cada uno y cada una”; mientras se cuelan sin filtro “los más vulnerables”, “los hospitalizados”, “los infectados”, “los mayores”, “los fallecidos”, “los enfermos”…

Las duplicaciones, que conste, tienen un sentido (no nos busquen entre los antifeministas): intentan resaltar la desigualdad de las mujeres en el acceso a determinados escalones profesionales y sociales, y por eso se ciñen a las palabras relativas a ellos.

Quien acude a los dobletes en el discurso público nos está diciendo que comparte esa justa lucha. Agita una bandera a la que nos unimos. Por tanto, su uso moderado sería defendible.

Además, encajan en la tradición y en el sistema de la lengua (“señoras y señores”, “damas y caballeros”) y se encuentran lo mismo en el Mio Cid que en La Regenta, obra ésta donde la profesora Isabel Rubio contabilizó y estudió 13 casos de duplicaciones. (Lo femenino y lo masculino en La Regenta, 1999).

Y hasta se puede entender la mencionada visión popular del cuñado como ejemplo de metepatas, porque compensa en algo la que sufrió durante decenios la suegra como ejemplo de entrometida.

No obstante, todos sabemos (también quienes propugnan la guerra al genérico) que mantener los dobletes en una conversación requeriría de una concentración y una voluntad a prueba de bombas por parte de quien habla y, sobre todo, de quien escucha.

Las duplicaciones acarrean efectos secundarios. Al riesgo de discurso tedioso se suma ahora esta nueva diferencia de clases entre las palabras, que arroja al saco del proletariado a las más desvalidas y mantiene en la aristocracia del poder a las más prestigiosas.

Alex Grijelmo, El País 27/3/20

Jueces sin juezas

 


Hemos señalado en otra ocasión la curiosa circunstancia de que personajes públicos habitualmente duplicadores (“todos y todas”, “ciudadanos y ciudadanas”) abandonan esa costumbre cuando comunican conceptos que perciben como negativos. Por ejemplo, rara vez habremos oído “contagiados y contagiadas” o “fallecidos y fallecidas”; ni, en otros contextos, “los asesinos y las asesinas”, “los corruptos y las corruptas”, “los criminales y las criminales” (o “criminalas”, si seguimos la senda de “concejalas”); ni tampoco “subir los impuestos a los ricos y a las ricas”, “combatir a los poderosos y a las poderosas”... o “los banqueros y las banqueras” (las hay).

A eso se ha añadido un rasgo nuevo: la no duplicación de palabras que, sin ser peyorativas para quien habla, aparecen de pronto en un contexto negativo. Así sucede cuando dirigentes de Podemos se refieren críticamente a “los socialistas”, sin añadir “las socialistas”. Y también con la palabra “jueces”.

El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, fue preguntado el 7 de febrero en una rueda de prensa si no cree que merecen una disculpa las víctimas de los agresores sexuales beneficiados por la última reforma del Código Penal. Y respondió: “Sí. Yo creo que los jueces deberían pedir disculpas a las víctimas”. (…) Los que la están aplicando mal, efectivamente, deberían pedir disculpas”.

Tantas veces oímos en boca de esos políticos “los jueces y las juezas”, que resultaba muy interesante esta excepción (“los jueces” y “los que la están aplicando mal”). Tanto empeño en acuñar el femenino “juezas” como mujeres que imparten justicia, para luego olvidarse de esa posibilidad en un momento tan estelar.

Y eso no le ocurrió sólo a Echenique. El presidente del grupo de Unidas Podemos, Jaume Asens, declaraba el mismo día: “El problema no está en la ley, está en la justicia. Los jueces no pueden suplantar al legislador interpretando lo que no dice la ley”.

Y lo mismo le había sucedido a Irene Montero el 16 de noviembre: “Hay jueces que no están cumpliendo con la ley” (…), “ese machismo puede hacer que haya jueces que apliquen la ley erróneamente”.

Podía tratarse en los tres casos de una falta de concentración, tan necesaria para sostener las duplicaciones en una intervención prolongada, pero se les vinieron a añadir las palabras de la propia Irene Montero en la Cadena SER el 9 de febrero. La ministra decía sistemáticamente “jueces” cuando hablaba con sentido de crítica: “Una minoría de jueces no ha aplicado bien la ley”; pero si expresaba un mensaje positivo se refería a “jueces y juezas”: “la mayoría de jueces y juezas ha aplicado bien la ley”.

La psicolingüística tiene aquí un buen campo de trabajo. En un análisis somero, vemos que en la mentalidad de los dirigentes de Podemos, si seguimos su propia lógica, no hay juezas que hayan excarcelado a agresores sexuales o hayan reducido sus penas en aplicación de la nueva ley, una norma de tantos aspectos positivos pero con un error garrafal de técnica legislativa. Quienes así hablan dan a entender subliminalmente una idea: solamente jueces varones aplican mal la reforma. Sin embargo, relevantes magistradas progresistas y feministas han acordado también la rebaja de penas en los más de 400 casos conocidos.

Aquí también se produce la invisibilidad de las mujeres; pero en esta ocasión, con el mismo lenguaje que se inventó para combatirla.

Alex Grijelmo. El País 20/2/23

lunes, 1 de noviembre de 2021

 Polvo eres

El volcán de La Palma, con sus coladas y piroclastos, no solo afecta a los vivos, que han de abandonar sus casas de toda la vida, sino también a los muertos que, desgraciadamente, no pueden moverse de donde están. Sepultura de los sepulcros.

Porque el cementerio -etimológicamente “dormitorio”- de Las Manchas, con sus fosas, nichos y crematorio, está actualmente sometido a una constante lluvia de ceniza procedente del volcán en erupción que amenaza con enterrarlo. Cenizas sobre cenizas. Se teme incluso que pueda ser devorado por la lava, lo que equivaldría, no ya sólo a cubrirlo, sino a incrustarlo en roca viva que, visto el curso de la lava, podría acabar en el mar ¡Oh Dios, mis deudos en la fajana! Enterramiento de los ya enterrados.

Recuerdo que los Miércoles de ceniza el cura, recordando lo frágil de la existencia humana, y lo necesario de la religión, nos ponía un poco de escoria en la frente y nos decía: “polvo eres y en polvo te convertirás”. Visto lo que ha pasado en la isla de La Palma, bien podía haber dicho: “polvo eres y el polvo te cubrirá”. Pero, claro, el cura no tenía artes adivinatorias ni sabía nada de vulcanología, todo lo más de teología.

La sepultura del cementerio es una tragedia pues no permitirá que el día de los difuntos la gente pueda llevar flores a sus deudos. Los que tienen medios se han adelantado y llevado los restos de sus allegados a Tenerife, pero el resto se ha de conformar con una ceremonia en la carpa que el Ayuntamiento ha puesto en la plaza del pueblo de Los Llanos de Aridane para que los dolientes puedan depositar un ramo de forma simbólica.

Cenizas sobre las cenizas, sepultura de los sepulcros, enterramiento de los ya enterrados ¡Esta maldición no estaba entre las de los siete jinetes del Apocalipsis!

domingo, 10 de octubre de 2021

 



¿Cómo osan esos desvergonzados artistas profanar la Casa de Dios? ¡Con esa exhibición indecente del cuerpo de la mujer, con esos movimientos sensuales, con esa actitud provocadora!

Es lo que debe haber pensado el actual arzobispo de Toledo, que se apellida “Cerro”, cuando vio el video “Ateo” grabado por los artistas C. Tangana y Nathy Peluso en “su” Catedral.

El arzobispo Cerro ha rechazado las imágenes y afirmado que “desconocía absolutamente la existencia de este proyecto, el contenido del mismo y el resultado final”. Es decir, admite que “se la han colado”. Por ello, se ha comprometido a revisar el procedimiento para “evitar que vuelva a suceder algo semejante” y se ha empeñado en elaborar “inmediatamente” un protocolo para la grabación de imágenes de difusión pública en los templos de la Archidiócesis.

El video empieza la puerta de la Sacristía, lugar donde se visten los clérigos, Nathy, semidesnuda ejecuta unos movimientos de cadera en contraluz. Mientras baila, unos presuntos clérigos, supuestamente célibes, la observan, lúbricos, desde la distancia ¿Sentirán el despertar de sus dormidos instintos?

Enseguida aparece en escena C Tangana y ambos cantan y bailan, procazmente juntos, a ritmo de bachata. Lo hacen delante del enrejado coro catedralicio lugar diseñado para el canto gregoriano. La letra no tiene desperdicio: “Yo era ateo, pero ahora creo, porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo”.

Luego hay insinuantes escenas de violencia en las que C Tangana tira del pelo de Nathy con fuerza y Nathy aparece después con una espada en la mano y la cabeza cortada de C Tangana en la otra, cual Medusa sosteniendo la cabeza de Perseo.

Para finalizar la bachata termina con la frase: “Quiero hacerle religión a tu melena, a tu boca y a tu cara, y que me perdone la Virgen de la Almudena, las cosas que hago en tu cama”.

La religión se nos representa como algo mágico, el templo es la casa de Dios, que es sagrado porque está bendecido por un hombre con poderes suficientes para hacerlo. Todo lo que suponga destinar este edificio a algo profano es gravísimo porque rompe toda ilusión mágica.

El Arzobispo tiene razón en estar cabreado.

viernes, 24 de septiembre de 2021

 La abolición de la prostitución




El tema de la abolición de la prostitución es algo que regresa todos los años como las golondrinas. En esta ocasión, lo hace por boca del inefable expresidente Zapatero, que se mete en todos los “fregaos”. Titula la prensa: “Zapatero defenderá la abolición de la prostitución en el congreso federal del PSOE en Valencia”. El titular es confuso, en efecto, no se sabe si se trata de abolir la prostitución “en el Congreso", es decir, durante la celebración del mismo, pues, ya se sabe, los congresistas tienen unos días de asueto y están lejos de casa… O se trata de proponer la abolición "en general". Parece que lo segundo, no bromeemos sobre un problema tan serio.

Lamenta no haber cumplido, durante su mandato, el “deseo” de aprobar una ley abolicionista que arrincone y sancione al cliente de las prostitutas. Bien hizo en no intentarlo. Es un empeño imposible. Muchos se lo han propuesto, pero nadie lo ha conseguido. Recuerdo a la Consejera Monserrat Turá de la Generalitat de Cataluña. Se propuso "regular” la prostitución con todo lujo de detalles y se le plantearon dilemas de tipo moral que no supo resolver: que si a quién multar, al cliente o a la prostituta, que a qué distancia tendrían que estar los prostíbulos de los colegios, la jornada de trabajo de las afectadas y su edad mínima, y, enseguida, se le echaron encima la Patronal de los Locales de Alterne, el Instituto de la Mujer y la coordinadora del Sindicato de Trabajo Sexual. Esta última dijo que “no se nos puede quitar el pan de la boca de un día para otro”.

Amigo Zapatero, el diablo está en los detalles. Si Vd. propone cambiar la Ley debe entrar en ellos ¿Qué es la prostitución? Hay que suponer, por el marco, "un futur feminista", el expresidente se refería sólo a la prostitución femenina inducida por los hombres, a la que califica de "violencia de género". Pero ¿y la masculina? La percepción que tenemos de la sexualidad, dependiendo de si somos hombres o mujeres, hace que el estigma que sufren las prostitutas no se produzca cuando son ellos los que cobran por sexo. A esto hay que añadir que hay personas que no se definen como hombre o mujer, sino como "transgénero" y que, por supuesto, pueden prostituirse ¿les afecta la prohibición? Aquí la confusión es total.

 Si Zapatero, un tipo "corrido", en el sentido de experimentado y astuto, se mete en estos líos pronto acabará “corrido”, pero en el sentido de avergonzado y confundido.


lunes, 9 de agosto de 2021


Un talonario envenenado

Ada Colau pasa por perspicaz política de izquierdas. Su olfato político le dice que a "la ciudadanía", le parece mal la ampliación del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, y se apunta al carro. Ampliación no significa mejora. Sino todo lo contrario.

En efecto, arguye, al ampliarse el aeropuerto se incrementará el número de aviones y de pasajeros (lógico) y, consecuentemente, de la actividad económica. Hasta aquí, bien, pero ¿y los inconvenientes? Estos son serios: incremento de la contaminación atmosférica, empleo precario, dependencia del exterior, destrucción de la laguna de La Ricarda. En definitiva, un modelo depredador, insostenible, que genera desigualdad.

Por poner una metáfora impactante, dice que el Organismo que propone la ampliación, viene con un "talonario envenenado". Es novedoso. Habíamos visto códices envenenados (en El Nombre de la Rosa de Umberto Eco), herencias envenenadas (la de Paquirri) y cebos envenenados (en la caza del lobo) pero nunca un talonario envenenado (¡cuidado al firmar los cheques!). La propuesta le parece ofensiva y añade otra metáfora: ellos (los barceloneses) no venderán su alma al diablo (como Fausto), entendiendo como diablo, suponemos, al futuro inversor.

Si la alcaldesa fuera coherente con su planteamiento -y valiente- lo que debería proponer realmente es el cierre del Aeropuerto. Con ello solucionaría todos los problemas de un plumazo, fuera contaminación, fuera empleo precario, fuera dependencia del exterior y, en definitiva, fuera alarma social y así podríamos, de paso, ampliar la Laguna de la Ricarda, que tiene un gran valor ecológico.

La alcaldesa se pregunta a quién beneficia la ampliación y concluye que sólo al Organismo que invierte y no a los ciudadanos. Es como decir que si la WV amplia sus instalaciones en Martorell, ello beneficia sólo a esta empresa que, para mayor INRI, produce vehículos contaminantes.

Ada se jacta de haber promovido que se celebren en Barcelona los congresos de MWC, ISE, Bienal Manifesta 2024 y Capital Mundial de la arquitectura para 2026. Pero ¿Cómo vendrán los congresistas? ¿En bicicleta?


sábado, 31 de julio de 2021


Pólvora del Rey 


El arcabucero de los Tercios de Flandes tenía que comprar con su propio dinero la pólvora para su arma. Por ello, no disparaba alegremente sino cuando tenía un objetivo seguro. En ciertos casos, como un sitio, se le permitía tirar con pólvora de los almacenes reales y entonces, no es de extrañar que tirara mucho más alegremente.

Los incentivos es lo que gobierna la conducta humana. Entender los incentivos es la clave para entender a la gente y, al contrario, ignorar la importancia de los incentivos puede conducirnos a graves errores. En efecto, un sistema de incentivos puede ser perverso y conseguir lo contrario de lo que se propone.

La financiación autonómica en España permite a las CCAA “tirar con pólvora del Rey” porque el dinero que gastan no lo recaudan ellas, sino el Estado Central.

Un gasto, sin el coste de la recaudación, tiende a no tener freno, ya que la capacidad de derroche de los entes públicos es realmente ilimitada [1]. Efectivamente, el político tiene un incentivo positivo a gastar y un incentivo negativo a recaudar. Lo que le gustaría sería gastar sin medida y que de la recaudación se encargara otro. Que es exactamente lo que sucede.

El resultado es que todo lo que les da el Estado les parece poco, pero, al mismo tiempo, se da la paradoja que rechazan los impuestos cedidos. Además, enseguida ven agravios comparativos con otros territorios.

Por ejemplo, la Comunidad de Madrid dice que “recauda 84.000 millones y aquí se quedan 20.000 millones”, sin embargo, ha renunciado a la recaudación de gran parte de sus propios impuestos.

En fin, “nadie con su suerte está contento y todos con su talento”.



[1] Si alguien quiere ver un ejemplo de la capacidad de derroche de los entes públicos, que vaya al Ayuntamiento de Almussafes (Valencia) y pida el presupuesto municipal para este año.

 


Duplicaciones discriminatorias

  La Constitución venezolana   duplica cientos de términos: “Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiar...